Más que un trabajo, una misión.
Sea por el gran silencio legal que existe en gran parte de México respecto de la gestación sustituta o por la inevitable insistencia de los abogados a meter nuestras narices en todo acto entre personas, actualmente esta novedosa técnica de reproducción asistida mantiene una estrecha relación con la abogacía. Sin embargo, a diferencia de otros actos más jurídicamente explorados, no existe aún, entre abogados y autoridades, un protocolo común que de uniformidad a nuestra intervención en esta clase de actos que, si bien atienden a una de las esferas más privadas en la vida de las personas involucradas, no dejan de ser de un enorme interés público por su trascendencia en la figura de la familia.
Es importante reconocer que el silencio de la ley, per se, no es una amenaza para la seguridad jurídica de estos actos, sino la subjetividad de los resultados.
En la Ciudad de México–como en la mayoría de los estados de la República Mexicana–no existe un marco normativo definido que regule de forma cómo la gestación sustituta o subrogada puede o debe llevarse a cabo. Por tal motivo, lo único que el silencio de la ley conduce a aceptar de forma general, es que esta técnica de reproducción asistida es permitida en nuestra jurisdicción local.
Si bien existen leyes y reglamentos sanitarios, civiles y familiares que, en su conjunto, crean la base jurídica en que puede reposar toda gestación sustituta, al no haber sido desarrollados especialmente para esta materia, su aplicación y ejecución varía según la interpretación que se le otorgue en cada caso.
Bajo este tenor, es importante reconocer que el silencio de la ley, per se, no es una amenaza para la seguridad jurídica de estos actos, sino la subjetividad de los resultados que dependerá más en el factor humano de los profesionales involucrados, que en el factor legal. Esta subjetividad ha causado que la verdadera preocupación actual, para las personas que buscan acceder o ya han accedido a la gestación sustituta o subrogada, sea la incertidumbre de los procesos legales encaminados al reconocimiento público y jurídico de estos actos, pues esto dependerá de la ética y profesionalismo de los abogados y autoridades que les acompañen.
Sean nacionales o extranjeros, Padres Intencionales o Gestantes, si por profesión la persona no conoce el sistema jurídico mexicano a detalle, sus leyes y sus autoridades, se ve obligada a confiar ciegamente en lo que sus asesores jurídicos les indiquen en espera de tener un proceso legal exitoso. Lamentablemente puede haber quienes– dándose el lujo de llamarse abogados–en uso de sus conocimientos, se aprovechen de la ilusión de hombres y mujeres que llevan caminos largos en búsqueda de crear su propia familia, escondiendo malas prácticas que a larga pueden afectar irremediablemente a cualquiera de las personas involucradas.
Cualquier atentado contra [la familia] o contra sus métodos de formación biológica y legal significa una afectación que trasciende a toda una sociedad.
Compra de autoridades, contratos injustos, tráfico de influencias, entre muchas otras prácticas reprobables, desafortunadamente suelen ser algunas de las malas practicas paralegales relacionadas con los procesos de gestación sustituta en México. Si bien, estoy convencida de que existen muchos más abogados con profesionalismo y ética admirables, basta con que uno incurra en malas prácticas para manchar la reputación y seguridad de todos sus homólogos.
Desde mi punto de vista, esta lógica no resulta una exageración. El bien jurídico con el que tratamos los abogados que dedicamos nuestros días a la gestación sustituta ES LA FAMILIA; la base de toda sociedad. Por ende, cualquier atentado contra ella o contra sus métodos de formación biológica y legal resulta en una afectación que trasciende a toda una sociedad.
El progreso en materia de gestación sustituta es nuestro motor diario para aportar a nuestra sociedad.
Dada la importancia de esta labor, todos los litigantes allá afuera, que como yo, hemos hecho del derecho familiar una vocación, el progreso en materia de gestación sustituta es nuestro motor diario para aportar a nuestra sociedad. Por ello, a mis colegas abogados les recuerdo que si queremos que las autoridades resuelvan de forma íntegra, pronta y expedita, es nuestra tarea sentar precedentes impecables para ello. De esta forma, progresivamente nos encontraremos con más y más autoridades que, en lugar de aplicar el silencio de la ley para allegarse de lucros o facultades que no les corresponden, lo hagan para crear precedentes en beneficio de todas esas personas cuya ilusión más grande es formar una familia.
Por su parte, considero importante recomendar a aquellos que se encuentren comenzando sus procesos de gestación sustituta, ya sea como Padres o Madres Intencionales, o bien como Gestantes, que tengan como prioridad asistirse de profesionales de la abogacía que muestren el mayor estándar de ética en el ejercicio de su profesión. Un buen parámetro para identificar a un buen abogado en la materia es la disponibilidad y apertura que muestren para explicar a cabalidad todas las implicaciones legales, temporales y sociales que la gestación sustituta o subrogada conlleva. Asimismo, es importante verificar su disposición para trabajar bajo todos los medios y herramientas legales que existen para lograr que los actos tengan congruencia legal y validez jurídica.
Por experiencia, puedo asegurarle a todas la familias y gestantes interesadas en este proceso que existen muchos abogados comprometidos con esta importante misión. Cada vez más, se ve el fruto de su trabajo y capacidad jurídica reflejado los crecientes criterios novedosos y progresistas en nuestros Tribunales locales y federales. Pronto, de seguir esta tendencia, la gestación sustituta dejará de ser vista como un privilegio para algunos y podrá ser reconocido y garantizado como un derecho universal para aquellos en búsqueda de formar o engrandecer su familia.